Costa Rica cuenta con grandes avance en materia de salud y seguridad social, que ha sido posible gracias a una red de cobertura de servicios de salud para atención primaria, constituida por 104 Áreas de Salud y 1.041 Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebais) y 3 Centros de Atención Integral en Salud (CAIS)[1], así como a un sistema de Seguro de Enfermedad y Maternidad, que alcanza al 95% de la población[2], pero en que además todos los habitantes, incluso cuando carecen de seguro, tienen acceso a los servicios de salud de la CCSS en casos de emergencia” [3]. En un sistema de seguro de salud al cual contribuye el 69% de la Población Económicamente Activa (PEA). Por otro lado, cuenta con un Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, al que contribuye el 62,6% de la PEA[4]. La atención secundaria en consulta externa e interna se provee mediante 10 clínicas, 13 hospitales periféricos, 7 hospitales regionales, 3 hospitales nacionales generales y 5 hospitales nacionales especializados[5].
Los resultados de este sistema de salud son una alta esperanza de vida de 80,2 años, de los cuales los años de vida libre de enfermedades y sin discapacidadse estiman en 71,2 años, y una tasa baja de mortalidad de sólo 4,7 personas por cada mil habitantes y una baja mortalidad infantil de 7,9 por cada mil nacidos[6].
El país dedica un 9,3% del producto interno bruto (PIB) al gasto nacional del salud[7], sin embargo, los desafíos de inversión pública en infraestructura para la salud son importantes. De acuerdo a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), esa institución tiene un plan de inversión para el período 2021-2029, con el que planea 225 proyectos estratégicos de infraestructura hospitalaria[8], con un costos estimado de ¢1.956 millones, de los cuales ¢952 millones corresponden a gastos operativos relacionados a estas inversiones. Además, la institución cuenta con 1.900 millones de metros cuadrados en clínicas, hospitales y centros médicos en todo el territorio nacional, y se estima que 75% requieren obras de mantenimiento y reparación.
Para la esta infraestructura médica, la CCSS invertiría ¢600.000 millones de su presupuesto, y el país ha gestionado algunos préstamos con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), uno de ellos es por de $500 millones, que según el BCIE es el segundo financiamiento más grande en su historia como institución financiera[9], con más de 200.000 m² de construcción en infraestructura hospitalaria y más de 1.000 camas nuevas. Esto se une a otros dos empréstitos que suman US$330 millones para modernización de infraestructura hospitalaria de 5 hospitales y más de 20 centros de atención especializada. Una parte de la inversión en infraestructura se realizará en la construcción de áreas de salud y Ebais, como parte de la atención primaria en programas de prevención, con un área total cercano a los 20.000 m² de construcción
Los proyectos de construcción en general tienen una gran importancia en las actividades de evaluación y seguimiento de los efectos ambientales y socioeconómicos. De acuerdo al el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA), el 86% de los proyectos que se presentan ante la SETENA pertenecen al sector construcción[10], pero además existen “importantes impactos de un proyecto constructivo, que dependen de sus características propias, del entorno donde se desarrolla, de las condiciones climáticas durante la obra y del tipo de tecnología empleada para la construcción”[11]. Además, una edificación de salud tiene importantes efectos por considerar en la etapa de operación del proyecto, pese a que “existe poca evidencia científica sobre el impacto ambiental que podría generar el sector salud, especialmente los hospitales y clínicas durante su fase de operación”, pero “la operación de los establecimientos de salud genera efectos ambientales que podrían contribuir a la contaminación ambiental y al cambio climático”[12].
[1] Órgano interinstitucional denominado adscrito al Ministerio de Salud, encargado del funcionamiento de las diversas modalidades de atención integral de los niños y niñas hasta de doce años de edad.
[2] Un aproximado de 5% de la población sin registro con la CCSS, incluye a parte de los empleados informales, empleados temporales, refugiados que no son aceptados a cargo del Estado, inmigrantes indocumentados y algunos grupos indígenas carentes de registro civil. OCDE (2017). Estudios de la OCDE sobre los Sistemas de Salud en Costa Rica. Originalmente publicado por la OECD en inglés bajo el título: OECD Reviews of Health Systems: Costa Rica.
[3] OCDE (2017).
[4] MIDEPLAN (2018). Plan Nacional de Desarrollo y de Inversión Pública 2019-2022. San José: Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica.
[5] OCDE (2017).
[6] MIDEPLAN (2018).
[7] MIDEPLAN (2018).
[8] CCSS (2020). Portafolio de Proyectos de Inversión en Infraestructura y Tecnologías 2021-2030. San José: Caja Costarricense del Seguro Social
[9] BCIE (2021). Programa de Fortalecimento Regional de Infraestrutura Hospitalaria. Tegucigalpa: Banco Centroamericano de Integración Económica.
[10] CFIA-SETENA (2021). Convenio Marco de Cooperación entre la Secretaría Técnica Nacional Ambiental y el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos. San José: Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos.
[11] SMAM (2010). Manual de Gestión Socio-Ambiental para Obras de Construcción. Colombia: Secretaría del Medio Ambiente de Medellín.
[12] Bambarén, Celso (2014). Impacto ambiental de la operación de un hospital público en la ciudad de Lima. Perú: Tesis de Maestría en Gestión y Auditorías Ambientales. Universidad de Piura. Facultad de Ingeniería.