Como lo indica la CEPAL (2021) [1], las brechas entre las capacidades locales y la frontera tecnológica en sectores avanzados ubican a la ciencia, la tecnología y la innovación en un papel central dentro de la política de desarrollo y para el “desarrollo de la economía y la sociedad se han convertido en herramientas fundamentales para la transformación de las estructuras productivas, la explotación racional de los recursos naturales y otras necesidades sociales”.
Respecto a América Latina, la CEPAL establece que “casi dos años de pandemia han sido suficientes para desnudar algunos de los problemas estructurales de una región que se encuentra en proceso de transición hacia una nueva etapa del desarrollo… es clave renovar los ámbitos de acción y cooperación para una recuperación transformadora que permita disminuir las desigualdades sociales y la heterogeneidad productiva, mejorar la competitividad y reducir la vulnerabilidad ambiental a la que se enfrentan muchos ciudadanos”. La CEPAL habla de una “recuperación transformadora”, la cual dependerá de lo que se impulse en el ámbito digital y de “cómo se incorporen estos cambios en la economía y la sociedad”.
La CEPAL (2021) destaca que “el protagonismo de las tecnologías digitales es indudable; la revolución digital, que combina la adopción y la integración de tecnologías digitales avanzadas, está transformando la economía y la sociedad de manera acelerada en virtud de su potencial para aumentar el bienestar de las personas, transformar la productividad de las empresas y mejorar la eficiencia y la eficacia del Estado”.
Por su parte, el Foro Económico Mundial[2] ha indicado que, cuando ocurre la pandemia global del COVID-19, los países requerían enfocarse en una transformación económica para proporcionar crecimiento económico, al tiempo de satisfacer las necesidades sociales y del medio ambiente. La pandemia significó un duro golpe a las economías, el cual ha exacerbado las crisis sociales, con gobiernos concentrados en medidas estrictas que dieron prioridad a la salud pública en contra de las actividades comerciales y económicas. Las medidas públicas se han concentrado en la lucha contra la pobreza, protección de puestos de trabajo, y salvaguarda de sectores y negocios de importancia estratégica o social, con un retroceso o postergación en los compromisos y acciones de protección al medio ambiente.
La crisis mundial ha mostrado la necesidad de retomar dicha transformación económica con una combinación creativa de innovación tecnológica y socio-institucional de vanguardia, lo que el WEF denomina la construcción de los “mercados del mañana”, ya que “el valor económico se produce mediante las capacidades tecnológicas disponibles, organizadas y distribuidas a través de las instituciones formales e informales” (WEF, 2020).
[1] CEPAL, 2021. Innovación para el desarrollo: La clave para una recuperación transformadora en América Latina y el Caribe. Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2021.
[2] Work Economic Forum (2020). Markets of Tomorrow: Pathways to a New Economy. Work Economic Forum. Insight Report, October 2020